viernes, 12 de junio de 2009

Es que el 24 de marzo, desde aquel 1976, es una herida abierta... y siempre me pregunto:

¿Dónde vive la memoria?
¿Quién la muere?
¿Porqué nos duele?
¿Hasta cuándo el duelo?
¿Qué recuerda la memoria?
¿Cuánto olvida?
¿Quién la enciende?
¿Quién la apaga?
¿Cuánta memoria marcha un 24 de marzo?
¿Cuánta memoria se va de ferias?
¿Cuánta se levanta un monumento?
¿Cuánta memoria se vuelve mercancía?
Duele la memoria,
duele,
porque obliga.